Dubrovnik—3 playas para refrescarse en la ciudad
Dubrovnik, ciudad amurallada
Dubrovnik es una de las ciudades más importantes de Croacia, en la costa del mar Adriático. En esta nota, te contaré sobre tres playas increíbles que visitamos en esta ciudad y agrego un bonus track al final.
Al ser una ciudad amurallada, las temperaturas y la humedad dentro de los muros son bastante altas durante los meses de verano. Por eso, buscar una playa para refrescarse y hacer una pausa en el recorrido es una excelente opción.
Como siempre, te aliento a que también explores otras opciones. Además, incluyo algunas recomendaciones sobre qué llevar en la mochila si vas a combinar playa y ciudad el mismo día.
Banje Beach
La playa Banje es la más conocida, está del lado sur de la ciudad y podés llegar caminando. Es una playa de guijarros con agua cristalina y templada. Con quedarse una o dos horas está bien para refrescarse y seguir recorriendo la ciudad. Una ventaja de todas las playas que visitamos: hay baños y una ducha para limpiarse la sal. En general está muy bien para ser una playa de ciudad. Fue nuestro primer encuentro con el mar Adriático y nos enamoramos, aunque nuestra experiencia en las otras playas posteriores fue cada vez mejor.
Contra: bastante gente y suciedad, como colillas de cigarrillo y botellas de plástico.
Sulic Beach
Sulic es más una cala que una playa. También de guijarros, y con una extensión de cemento—sí, suena rarísimo—que sirve para ampliar el espacio para tomar sol y reposar. La protagonista de Sulic es el agua, de un color turquesa increíble. Acá llegamos de casualidad y la vimos primero desde arriba. No nos daban las patas para bajar y darnos un chapuzón. La encontramos bastante fácil aunque no es una playa que aparezca en varios blogs, vimos más gente local que en otros lugares. Acá también hay baños y una ducha para limpiarse la sal antes de volver a recorrer la ciudad.
Contra: me hubiera sentido más cómoda con las zapatillas de goma. Una vez que te metés al agua, las piedras resbalan bastante.
Sulic, pequeña y maravillosa
Sveti Jakov Beach
La playa Sveti Jakov o St. Jacob es sencillamente espectacular. Está a 10 minutos en auto o 30 minutos caminando desde el extremo sur de la ciudad. Es una playa/cala, también de guijarros o piedras incluso más grandes. Para llegar, hay que bajar varios tramos de escalera, así que es la opción menos accesible. Nosotrxs alquilamos dos reposeras y una sombrilla por toda la tarde y nos salió 15 euros. Hay un barcito divino donde tomamos unos tragos y también hay un restaurante. Como en todas las playas de la ciudad, cuenta con baño público y duchas. El agua es cristalina y limpia, por estar más alejada. Allá al fondo se ve la muralla de Dubrovnik y fue uno de los atardeceres más hermosos que vi.
Contra: te vas a querer quedar a vivir en esa playa.
Bonus track: Buza
Podríamos decir que Buza no es una playa, sino una zona de piedras y acantilados desde donde te podés dar un chapuzón. No es la opción más cómoda si lo que querés es relajarte un rato, aunque no viene mal tampoco. Hay un bar súper conocido, el Buza Bar, donde podés tomarte una cerveza antes de seguir recorriendo. Digamos que en Dubrovnik, cualquier bar es digno de senterse a tomar una cerveza.
Brindamos por el reencuentro
Además, hay otras playas que nos quedaron por descubrir, como Uvala Lapad, Dance o Copacabana, que tienen toda la pinta. Si tu estadía es más larga, podés aprovechar para conocerlas.
Qué llevar en la mochila si hacés ciudad y playa en un mismo día
Muchas ciudades del mar Adriático tienen playa, como Dubrovnik. Eso significa que podés pasar de las zapatillas a las ojotas en menos de un segundo. Por eso, está bueno hacer checklist de qué llevar en la mochila para esos días. ¡Contame si agregarías algo más!
Protector solar
Anteojos de sol
Gorra o piluso
Ojotas o escarpines de goma
Muda de ropa interior
Como en cada viaje, quedaron cosas pendientes para la próxima visita. Si tenés dudas o quisieras saber algo más sobre mi experiencia, acá estoy. Y si querés compartirme tu experiencia, me encantaría leerte.
Nos vemos en el camino,
Flor
