En esta nota, voy a contar de qué se trata este evento, como sacar los tickets, los preparativos, el viaje desde Barcelona y nuestra experiencia durante el trekking.

El evento clásico de Dinamarca es un trekking de 72 kilómetros en 3 días organizado por Fjällräven, la marca de indumentaria outdoors con la que voy de viaje al ártico. Dinamarca es uno de siete trekkings organizados por la empresa, los otros son: Suecia, Alemania, Reino Unido, Estados Unidos, Corea y Chile. En cada uno de estos eventos, Fjällräven proporciona la ruta, la infraestructura y la comida. La idea es ir avanzando por esa ruta por tu cuenta o con tu grupo y también hacer nuevxs amigxs en el camino. 

Tickets y preparativos

Para comprar tickets a cualquiera de estos eventos es indispensable inscribirse al newsletter y así obtener el acceso temprano, porque el cupo es limitado y la demanda es enorme.

Una vez que te asegurás el ticket, empiezan los preparativos. Fjällräven te da mucha información para prepararte, como un listado de cosas a llevar en la mochila a modo de checklist. Esto es súper útil para las personas que hacen por primera vez un trekking de varios días, como era nuestro caso el año pasado. También te da el listado de las cosas que están incluidas con el ticket, como la comida de cada día, un pasaporte que te marcan cuando pasas por cada punto de control, un mapa, el gas para el hornillo, una bolsa para residuos, una identificación para poner en la mochila y más.

Además del equipamiento y la ropa, te recomiendo hacer un entrenamiento de caminatas largas con y sin el peso de la mochila, si puede ser en desnivel mejor. A quienes les gusta caminar, seguro eso ya sea parte de su rutina, pero si sos más del gimnasio u otro tipo de ejercicio, es importante que te prepares especialmente para que puedas disfrutar de la experiencia al 100%. No es lo mismo levantar peso en el gimnasio que caminar 3 días seguidos 25 kilómetros cada día, cargando tu mochila y durmiendo en una carpa (tienda). Son diferentes esfuerzos del cuerpo y también mentales, para los que es mejor tener una buena preparación.

Hice el trekking con Agus, era un viaje que nos hacía mucha ilusión porque era el primero de este estilo que hacíamos y juntxs. Preparamos la valija con las mochilas adentro, y todo lo que íbamos a llevar en ellas. Además, agregamos un poco de ropa para los días posteriores que nos quedamos a conocer Copenhague y yo llevé mi compu porque en la ciudad tuve que trabajar.

Llegar desde Barcelona

Salimos desde Barcelona a Copenhague en avión, el día anterior al inicio del evento. Teníamos reserva de auto por Europcar en el aeropuerto, habíamos alquilado uno económico y nos dieron un Cupra. Así que no bien llegamos, armé las mochilas mientras Agus llamaba a su papá para entender cómo manejarlo porque era su primera vez manejando un automático.

El trekking es en Fionia, la segunda isla más grande Dinamarca, a una hora y media en auto desde Copenhague, así que resolver ese traslado es una de las cosas más importantes para asegurarte de que llegás con tiempo para hacer el check in y demás.

Las opciones para llegar al punto de salida son varias:

• Si vas en auto, podés dejarlo en el punto de llegada, Bjørnemose Gods, y un bus del evento te lleva al punto de salida, Faldsled Havn. De esta manera, cuando terminás el trekking tenés el auto estacionado en la llegada. Nosotrxs incluso aprovechamos a dejar la valija en el auto, con el resto de nuestras pertenencias.

• Si vas en tren, podés ir directo a la salida, la estación es Svendborg Station, donde también hay un bus del evento que te lleva al punto de salida. Y cuando terminás el trekking, hay un bus que te lleva de vuelta a Svendborg Station.

Además, tenés la posibilidad de quedarte en el campamento la noche anterior al inicio del evento, como hicimos nosotrxs. Eso no está incluido en el ticket pero la parcela sale 25 euros aprox, y también podés quedarte en unos bungalows o en otro hospedaje que encuentres por la zona. Llegar la noche anterior es genial porque ya te va poniendo en modo aventura, comés comida local, hay música o una banda tocando en vivo, hablás con la gente, te sacás dudas que tengas con lxs asistentes de la organización, etc. 

Empieza la caminata

Al día siguiente, en el punto de salida hay varios stands, uno donde vas a buscar tu comida y snacks para ese día, otro donde te sirven té o café en bolsitas transportables para el camino, otro con algo de merchandising y equipamiento en caso de que necesites algo de último momento. Una vez que tenés todo, la salida es en tandas, pero después cada persona o grupo va a su ritmo. Nosotros salimos en la última tanda a las 9:30 hs. Había un sol tremendo y a los cinco minutos se largó a llover así que todo el mundo tuvo que parar a cubrir sus mochilas y ponerse los impermeables. Por suerte, después el clima fue mejorando con las horas.

El primer día es bastante agreste y desnivelado, hay que atravesar campos, se ven muchos animales. Es una hermosura. No paré de filmar y sacar fotos.

Durante el recorrido hay puntos de control donde te sellan el pasaporte, podés ir al baño, descansar, y también ofrecen el almuerzo. En el caso de Dinamarca, la cena y el desayuno viene en bolsas deshidratadas pero el almuerzo es más tipo pan con cosas para untar, también ofrecían buñuelos, torta, y otras comidas. Nunca pasamos hambre, al contrario, te dan comida hasta que no des más.

A eso de las 18:30 hs, llegamos al campamento del primer día, en un valle increíble, verde, gigante. Buscamos la comida de esa noche y del día siguiente y nos fuimos a armar la carpa. Está todo súper organizado y te asignan un lugar a medida que vas llegando. Esa tarde hubo clase de yoga y fue muy necesaria para elongar y recuperar.

El segundo día salimos de nuevo a las 9:30 hs con nuestro grupo. El camino sigue siendo bastante agreste, con animales, mucho verde, las casas (mansiones) que vas encontrando por el camino son alucinantes. Ese día se sentía más el calor y en el punto de control pudimos meternos al agua. ¡Increíble! 

El campamento del segundo día es en la base de una ladera, por lo que hay bastante desnivel para ubicar la carpa. Además, hay un bar sobre la cima de esa ladera donde podés tomar algo, comprar algún snack, y charlar con lxs demás aventurerxs. A la noche hubo música en vivo, y una ceremonia en la que hicimos pan alrededor de una fogata. Esto es una de las cosas que más me gusta de Fjallraven: promueven el sentido de comunidad y pertenencia. 

En los dos campamentos, el lugar para prender el fuego del hornillo está señalizado, no se puede cocinar en cualquier lado. Esto es importante para respetar y mantener el cuidado del entorno. 

El tercer día es el día más corto, porque es el último, y el más citadino, hay que atravesar toda la ciudad costera de Svendborg. Es muy hermoso y más en verano. Hay playitas donde la gente se baña, hay casas alucinantes, y casi se puede palpar la llegada. El punto de control está al borde de un canal donde podés tirarte a la sombra a descansar un rato y juntar fuerzas para el último tramo.

Y así, después de 72 kilómetros en 3 días, llegamos a Bjørnemose Gods a las 16:45 hs, con la emoción de haber hecho ese recorrido juntxs, agradeciéndole al cuerpo el esfuerzo, y en absoluto disfrute. En la llegada también hay diferentes stands, el más importante es el que te dan las insignias y pins por haber completado el trekking. También venden comida, cerveza, merchandising, hay stands con diferentes actividades y hacen un sorteo para lxs participantes de esta aventura. 

En la página de Fjällräven está toda la información detallada en inglés para este y los otros eventos clásicos, con sus recomendaciones, reglas del camino, listas de equipamiento y más. Por ahora, no está la versión disponible en español, por eso me gustaba compartirla por acá. 

Ojalá les entusiasme hacer esta u otra de las propuestas de la empresa. Si todo sale bien, nosotros vamos a hacer el de Alemania este año en septiembre. 

Cualquier consulta o duda, me puede escribir. Y si tienen recomendaciones de otros trekkings de varios días, serán bienvenidas.

¡Espero que hayan disfrutado la lectura! Nos vemos en el camino,

Flor.

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