Copenhague—un día (y medio) de verano
Nyhavn, el canal más reconocido de Copenhague
Después de haber hecho un trekking de 72km durante por caminos rurales en la isla de Fionia, la segunda más grande de Dinamarca, nos quedamos tres días en Copenhague. Yo tuve que trabajar lunes y martes, así que pude disfrutar a pleno todo el domingo y la tarde noche del lunes. Para que esta nota sea más compacta, la armé como un sólo día con actividades alternativas. Acá les dejo mi recopilación -siempre subjetiva- de qué hacer un día de verano en Copenhague.
Primero lo primero: dónde dormir
Los airbnb estaban bastante caros durante julio, y ya es una ciudad cara en sí, por lo que nos hospedamos en el Urban House Copenhagen by Meininger, en una habitación con baño privado. Otra de las razones por las que elegimos este hostel, además del precio, es porque cada habitación tiene un pequeño escritorio para trabajar. Nuestra experiencia fue buena, la habitación estaba limpia y bien equipada y dormimos bárbaro después de tres noches en carpa.
El desayuno
Si tu estilo es café + salado, el día empieza con un rico desayuno en Coffee Fellaz. El café estaba buenísimo de verdad y la tostada con huevo sazonada a la perfección. Además, el local está lleno de frases entre ingeniosas y profundas escritas en varios rincones y hasta en el baño.
Si sos más del té + dulce, Andersen Bakery es la mejor opción: las tortas más deliciosas de todo Copenhague. No tengo certezas pero tampoco dudas. La variedad de tés también es muy buena.
Directo al agua
Como hacía calor, pasamos a ver las “playitas” de la ciudad, que son una especie de muelles que recorren toda la costa alrededor del puerto de Copenhague (Københavns Havn). No sabíamos muy bien qué esperar y realmente fue de las mejores sorpresas de esta ciudad. Son varios kilómetros de decks de madera donde podés tomar sol, tirarte al agua, y disfrutar del solcito veraniego.
La mejor forma de pasar el verano
Nosotrxs nos quedamos en Kalvebod Bølge que estaba más o menos a la altura de nuestro hospedaje, pero también hay otras opciones:
Los decks están bastante despegados del agua, tipo 3 metros, y me animé a tirarme al agua desde ahí, cosa que me dio mucho orgullo. Ya refrescadxs, nos quedamos un par de horas bajo el sol y almorzamos un sándwich de uno de los bares que están ahí al otro lado de la calle.
Tarde de paseo
Fue difícil levantarnos de ese descanso tan necesario post-trekking pero queríamos recorrer la ciudad. Así que allá fuimos. Primero caminamos bordeando el canal y nos encontramos varios prototipos de arquitectura sostenible, cosa que entusiasmó bastante a Agus. A mí me encantó aprender un poco más sobre cómo los daneses implementan formas de construir más alineadas con la sustentabilidad y el medio ambiente.
Pasamos por Nyhavn, el canal más reconocido de Copenhague, que significa “Puerto Nuevo”, y es la portada de esta nota. De ahí nos fuimos adentrando en la ciudad. Caminamos por las calles peatonales del centro largo rato y sin itinerario, alucinando con la arquitectura, hasta que los pies nos empezaron a pedir descanso (claro, veníamos de una larga caminata con mochila).
Entonces nos sentamos a tomar una limonada con cositas ricas en Arket Café, una cafetería vegetariana que está dentro de un local de ropa en pleno centro. Un dato curioso sobre esta cafetería es que te sirven la limonada con agua con gas, y aunque suena raro, ¡queda muy bien!
A la noche
Como todavía nos quedaba energía y estábamos con ganas de burgas, fuimos a Tommi’s Burger Joint en el Meatpacking District. La zona está llena de bares y restaurantes y hay opciones para todos los gustos. Dato que se agradece: había una opción vegetariana y otra vegana.
Una alternativa, o si tenés más días en la ciudad, es ir de paseo y a comer a Reffen. Es un mercado abierto en una zona industrial que tiene esa onda cool tipo todo grafiteado y está al borde del canal. Ahí comimos tacos pero también había comida de todas partes del mundo. Nosotrxs fuimos y volvimos en las bicis de Bolt, porque amamos ir en bici a cualquier lado y además está alejado del centro.
Como en cada viaje, quedaron cosas pendientes para la próxima visita. Si tenés dudas o quisieras saber algo más sobre mi experiencia, acá estoy.
Nos vemos en el camino,
Flor.